Muchas veces por miedo o por tabúes sociales, hablar sobre nuestra sexualidad o los problemas que podamos tener en torno a ella, se transforma en un callejón sin salida; no sabemos a quien acudir ni cómo solucionarlos. Por ello, la Dra. Sofía Femopase, ginecóloga y sexóloga de Clínica La Parva, nos cuenta cuáles son las preguntas más frecuentes y cómo abordarlas correctamente para que no se conviertan en un problema a largo plazo.
En primera instancia debemos aclarar que, cuando hablamos de sexo, no nos referimos simplemente a los genitales o a la reproducción, y que el sexo propiamente tal no enferma. Todos somos sujetos sexuados, hombres y mujeres, y como tal, nos sexuamos en un continuo. Es nuestra biografía que se va construyendo día a día, en conjunto a nuestra historia, nuestro estilo de vida, nuestras relaciones, nuestra idiosincrasia y la sociedad en que vivimos.
Por ello, es importante saber que desde la sexología el sexo es considerado como un valor -el cual debemos cultivar-, y que no hay patologías relacionadas al mismo, sino dificultades comunes que suelen surgir en un determinado momento.
Sin
embargo, existen aspectos físicos que sí pueden generar una dificultad que
antes no teníamos, como por ejemplo, alguna lesión genital que genere dolor o
alteración de la sensibilidad, influyendo indudablemente en nuestra sexualidad.
Otras veces también se ha resuelto una patología física o genital, pero no se
ha podido mejorar la respuesta sexual. Esto suele ocurrir debido a que tiende a
confundirse el sexo con los genitales y pensamos que con el simple hecho de que
éstos estén sanos vamos a tener buena respuesta sexual. Si bien los genitales
sienten, así como otras zonas erógenas del cuerpo, es el cerebro el que le da
sentido a esas sensaciones y las interpreta como placenteras o no.
Por lo tanto, es tan importante la capacidad de sentir físicamente el estímulo placentero como de codificarlo como tal. Si logramos mediante algún tratamiento tener una sensibilidad adecuada o quitar la sensación de dolor que se había generado, el paso que sigue es demostrarle al cerebro que aquello ha cambiado y que ahora la sensación que nos va a generar el encuentro va a ser positiva.
“Cuando se presenta alguna dificultad sexual debemos trabajar sobre ello para evitar que nuestros encuentros eróticos sean negativos y generen disminución del deseo, la satisfacción y excitación, afectando a largo plazo nuestra calidad de vida”, señala la doctora Sofía Femopase, ginecóloga y sexóloga de Clínica La Parva. “Hay muchos factores que van a condicionar e influir en los encuentros eróticos entre dos personas, factores que son individuales y otros que se construyen en pareja. Una de las dificultades más comunes es la falta de comunicación, o la mala información que va a determinar que estos encuentros no sean satisfactorios. Por eso debemos dejar de lado las ¨normas¨ impuestas y construir en pareja un propio ¨arte de amar¨”, aclara.
¿Cómo superar las preocupaciones sexuales?
Cuando
entendemos que los genitales son sólo los encargados de percibir los estímulos
y que es el cerebro quien les da sentido a los mismos generando las emociones, vamos
a condicionar nuestra respuesta sexual y consecuentemente el encuentro erótico
con nuestra pareja.
Según explica la doctora Femopase, cuando se habla de sexualidad comienzan a surgir preguntas y respuestas que muchas veces no son correctamente abordadas, como por ejemplo: ¿Cuánto debe durar un encuentro erótico? ¿En cuánto tiempo debe excitarse una mujer y un hombre? ¿Cuál es el número de encuentros eróticos que una pareja debe tener? Sin embargo, no existen respuestas predeterminadas.
“Son preguntas que a diario se hacen las personas y que muchas veces por no encontrar una respuesta o por ser ésta errónea, les generan mucha angustia. Para evitar caer en eso, necesitamos entender que cada encuentro es único, que depende de sus participantes y que hay muchos factores que juegan un rol importante en ese momento”, señala la ginecóloga y sexóloga. “Hay personas que sí cuentan con herramientas para superar esa dificultad y otras que, al no poder solucionarlo por cuenta propia, necesitan un asesoramiento sexológico para lograrlo”, afirma.
Sin
embargo, la doctora Sofía Femopase, señala que: “si la dificultad se origina en
aspectos físicos (como cicatrices genitales, atrofia genital, alteraciones de
la anatomía que generan dolor, etc.), lo ideal sería corregirlos primero y
luego ver si es necesario o no el manejo sexológico”. Además, la doctora hace
énfasis en la importancia de siempre cuidar y conocer nuestro cuerpo, informarnos
correctamente, eliminar los tabúes sobre el sexo y fundamentalmente tener una
óptima comunicación con nuestra pareja, para así evitar preocupaciones mal
fundadas y tener una salud sexual sana y responsable.