Mario Del Río es el nuevo integrante de nuestro equipo médico en Clínica La Parva y queremos compartir contigo su experiencia en África y cómo ésta le cambió su perspectiva.
Egresado a principios del 2018 de Medicina General en la Pontificia Universidad Católica, Mario eligió introducirse en un viaje para trabajar como voluntario durante 28 días en Yamena, la capital de Chad: “El 2017, mientras cursaba mi electivo de Cirugía Pediátrica, pregunté si existía algún programa para ir a África y así conocí al Doctor Rodrigo López, un Anestesista Cardiovascular de la Universidad, quien viaja desde el 2009 y lleva constantemente a personas para trabajar como voluntarios”, dice. Además, cuenta que siempre fue su intención ir al continente y vivir la realidad de allá.
Todo tomó forma el 16 de marzo de este año, a través de una rotación electiva de Bioética, donde Mario se convirtió en el primer interno de medicina en hacer voluntariado en Chad: “Estaba muy feliz, sentía que tenía que dar algo a cambio en mi vida. Me llamaba la atención salir de la zona de confort, el ser agradecido, en el sentido de darme cuenta que nací acá en Chile. Ellos tienen una realidad mucho más cruda y con posibilidades muy limitantes, por el simple hecho de nacer en ese lugar”, cuenta.
Imagen gentileza Mario Del Río
En un principio, para Mario y el equipo con el que viajó, fue difícil adaptarse al choque cultural que implicaba trabajar en el cuarto país más pobre del mundo. Sin embargo, esto duró poco tiempo, debido que la principal motivación era ayudar a personas. Estuvo 28 días trabajando en el Hospital Jesuita Buen Samaritano, levantándose a las 7 am y operando con el resto del equipo alrededor de tres personas por día. “Había que armarse de recursos como antibióticos, anestesia, e incluso guantes, cosas que en Chile abundan”, dice.
Sin embargo, uno de los temas que más llama la atención es la bioética aplicada a esta experiencia. “A veces, uno se centra más en la medicina y deja un poco de lado el tema ético, es muy importante tomar decisiones en distintos contextos, por lo mismo me gustó indagar más en ello, ver otras realidades, si es ético o no”.
«De verdad conocer África te sensibiliza (…) Hasta el día de hoy ha sido mi verdadero cable a tierra”.
Hoy Mario Del Río, indica cómo aplica lo aprendido en Chad, a su trabajo como médico de Clínica La Parva y su vida diaria. “Siento que lo aprendido en Yamena, lo aplico de manera inconsciente y siempre lo llevo conmigo. Si todos alguna vez en su vida fuesen a África, el mundo sería un mejor lugar. El ver esas realidades y darte cuenta de otras cosas, hace que el trato hacia las personas sea distinto, sobretodo con humildad y eso de verdad marca la diferencia para ayudar y ver opciones que sean mejores para el paciente”. También destaca por sobre todas las cosas, la simplicidad de los chadianos, quiénes a pesar de sus problemas, son personas muy alegres, cariñosas y agradables, donde la premisa de ser feliz a pesar de lo que tienes y la disposición frente a la vida, junto con el optimismo y ser agradecido, toma más relevancia que nunca. Mario agrega:“Fuimos nosotros los que aprendimos a vivir el momento, a no juzgar y a sentirse uno mismo, donde el rol no prime. Lo importante es ver que todos somos iguales, a todos hay que saludarlos de la misma forma y todos tenemos los mismos derechos. Aprendimos a ser empáticos”.
En base a la experiencia vivida, asegura que le encantaría volver a África, siendo un becado de cirugía y poder aportar mucho más, incluso no descarta la posibilidad de implementar un curso allá, enseñar a los profesionales bajo el alero y aprobación de alguna institución: “Aprendí a valorar la suerte que tuve y sacarle el jugo, en especial, entregar lo que sé al resto. Sinceramente, tengo un muy buen recuerdo de Chad, el viaje me ayudó demasiado a desarrollar empatía, conocer otras realidades y valorar donde estoy. De verdad conocer África te sensibiliza, te hace ponerte en el lugar del otro. Hasta el día de hoy ha sido mi verdadero cable a tierra”.