Gigantomastia: La hipertrofia mamaria que afecta la salud física y mental de las mujeres
Dolores de espalda, cuello, llagas en la piel, peligros de infección, inseguridad, son solo algunas de las consecuencias que el exceso de senos puede provocar.
Se conoce como gigantomastia a la hipertrofia mamaria que provoca que las mamas crezcan de forma desproporcionada, lo que puede afectar a ambas por igual o una más que la otra.
Los problemas que se asocian a esta hipertrofia no son pocas; dolores de espalda y cuello, que pueden terminar en alteraciones en la columna vertebral, llagas en la piel, peligros de infección y hasta problemas respiratorios o con insuficiencia cardiaca. Esto, sin dejar de lado las problemáticas psicológicas que hay detrás; inseguridad y autoestima baja tanto en la vida social como sexual de la mujer.
Para corregir la gigantomastia, en cirugía plástica y reconstructiva, se encuentra la mamopalstía de reducción o conocida también como reducción mamaria. Esta cirugía, no obstante, deja cicatrices en forma de «ancla»(ver imagen superior).
Es importante tener en cuenta cómo es la cicatriz antes de someterse a esta cirugía; la cicatriz es alrededor del pezón (producto de la hipertrofia, éste puede estar deformado y/o caído), luego baja la cicatriz desde el pezón hacia la base de la mama, y debajo de la mama también va un corte a lo largo (ésta se oculta con la caída natural de la mama).
El resultado de la cicatriz dependerá no solo del trabajo del cirujano plástico, también de si la paciente es o no fumadora y del cuidado de la paciente después de su cirugía.
Hay tres técnicas para reducción mamaria; Reducción clásica, técnica de cicatrices reducidas y liposucción mamaria.
La última es para pocas mujeres, implica que la hipertrofia sea mayormente por exceso de grasa, «típicamente mayores de 45 años, con sobrepeso discreto y pechos blandos», explica el Dr. Pedro Vidal en su libro Cirugía Plástica y usted.
La primera se refiere a la reducción con cicatriz en forma de ancla, a la que generalmente se le suma una liposucción mamaria para lograr aun mejores resultados.
La técnica de cicatrices reducidas es para aun menos mujeres. Es mayormente para adolescentes, las que no tienen aun caída de mamas ni un tamaño excesivo de ellas. Al no haber caída, no es necesario el corte en ancla para lograr una forma más elevada y firme, porque la mujer no tiene mama caída.
A pesar de las cicatrices que quedan, que con un buen cuidado son prácticamente imperceptibles, la mejora que hay en la calidad de vida de las mujeres es notoria; no más problemas de postura, no más dolores musculares, los problemas de respiración desaparecen, y la autoestima sube considerablemente, mejorando así la vida social de la paciente.