Esta intervención quirúrgica busca refrescar el rostro, obteniendo un aspecto más joven y menos cansado. La edad común para realizar esta cirugía es entre los 40 y 65 años, pero varía dependiendo de cada paciente y de las zonas que se quieran operar.
Lo que necesitas saber
El lifting facial es un procedimiento, en donde se estira la piel y la musculatura de la cara con lo cual se rejuvenece el aspecto. El procedimiento se realiza con anestesia general y dura varias horas.
La edad más común para realizar un lifting facial es entre los 40 y 65 años. Pero más importante es tomar en cuenta el aspecto facial y no la edad porque el proceso de envejecimiento varía de persona a persona.
Hay factores que causan el envejecimiento prematuro de la piel como las características genéticas, el tabaquismo, la exposición al sol, el estrés, la mala alimentación, el uso de cosméticos y maquillajes. Pero antes de hacer un lifting hay que observar bien qué es lo que quiere mejorar en su cara y para ello es conveniente tomarse un par de fotos y analizarlas detenidamente. Otro factor muy importante es escoger un buen cirujano plástico, que tenga experiencia en el procedimiento.
Observe cada parte de su cara y anote lo que le parece que debe cambiar. Haga un análisis facial por secciones:
• Frentes, cejas y ojos: observe cualquier defecto que le moleste.
• Pómulos: el realce natural de los pómulos va desapareciendo por pérdida de grasa.
• Boca y labios: la boca delata la edad y los labios se adelgazan. Aparecen arrugas verticales.
• Cuello: mucha piel flácida y líneas verticales ( cuello expresidente).
• Mejillas: acúmulos inferiores de mejillas no mofletes.
Esta intervención quirúrgica que busca refrescar el rostro, obteniendo un aspecto más joven y menos cansado. La edad común para realizar esta cirugía es entre los 40 y 65 años y varía dependiendo de cada paciente y de las zonas que se quieran operar.
Pómulos caídos y pesados, cejas caídas en la zona lateral, surcos marcados, moflete caído y falta de definición de la línea mandibular, son aspectos que deben analizarse con minuciosidad para poder definir el tipo de lifting que la persona requiera.
Existen múltiples técnicas para realizar un lifting facial, en general consiste en una cirugía en la que se estira la piel y la musculatura de la cara, con la finalidad de rejuvenerla.
Las incisiones y abordaje de un lifting facial clásico se realizando por delante y detrás de las orejas, en la línea de salida del cabello y bajo el mentón.
Esta cirugía se realiza con anestesia general y dura varias horas. El dolor postoperatorio es bajo, sin embargo al ser una cirugía facial los pacientes presentan abundantes edemas (moretones) e hinchazón en las zonas intervenidas durante las primeras dos semanas.
La recuperación es larga, demorando alrededor de 3 semanas hasta los 2 meses dependiendo de cada caso, siendo necesario cuidar las cicatrices durante todo el proceso y complementar con kinesioterapia para favorecer el drenaje y recuperación.
El primer control es una semana después de la cirugía, donde se retiran los parches y los puntos (suturas) que dejó el Doctor.
Esta cirugía no genera mayores molestias ni dolor. Pueden aparecer moretones que duran un par de días (equimosis) además de inflamarse la zona del antifaz. Siempre sugerimos no tomar sol durante este periodo para evitar cambios de coloración en la piel y obtener mejores resultados.
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